¿Cómo darte cuenta si tenés que renovar tus neumáticos?

El estado de los neumáticos es fundamental para el correcto funcionamiento de un auto. En Argentina, la profundidad de gastado tiene un límite de 1,6 mm. Por debajo de ello dejan de cumplir su función y resulta peligroso ya que su capacidad de agarre disminuye.

Esto no solo afecta la estabilidad y la respuesta al volante en una curva o en una esquina, sino que influye directamente en la seguridad, ya que se aumenta notablemente la distancia de frenado, especialmente en casos de emergencia, cuando más necesitamos poder controlar nuestro auto.

Por otro lado, se multiplica el riesgo cuando el piso esté húmedo o mojado, porque ese dibujo de poca profundidad, no evacuará el agua del modo para el cuál fue diseñado, lo que incrementará el riesgo de sufrir patinadas o el temido aquaplaning.

Si bien el mínimo legal para que unos neumáticos se consideren aptos para la circulación es de 1,6 mm es importante saber que los neumáticos son saludables entre 8 y 4 mm de profundidad; por debajo de esta cifra empiezan a ser inseguros y cuando llegan a los dos milímetros es muy recomendable sustituirlos por otros nuevos lo antes posible.

Cómo controlar la profundidad del dibujo desde tu casa

Los neumáticos cuentan con una serie de testigos que alertan de que la profundidad del dibujo empieza a ser insuficiente para garantizar la seguridad en cualquier circunstancia.

Pero existe una manera mucho más sencilla de saber si los nuestros entran en la categoría de neumáticos saludables o si el final de su vida útil está más cerca de los que esperábamos: el truco de la moneda.

Consiste en colocar una moneda de dos pesos en una de las ranuras de la banda de rodadura del neumático (tal cual aparece en la foto). Si el aro dorado de la moneda queda cubierta por la goma del neumático es que todavía tiene profundidad suficiente; si no es así, es hora de hacer una inversión y renovar los neumáticos.

Cuando se trata de seguridad las cubiertas son el componente más importante en tu vehículo. Los frenos detienen las ruedas de tu auto, no tu auto. En realidad, son los neumáticos los que lo frenan y si no están en condiciones, el frenado será más lento y menos efectivo.